Una nana para Gaza
Llantos ahogados se entremezclan con el rugido de los misiles. El cielo, blanquecino, semejando una sábana tendida sobre la tierra, anuncia un nuevo día en Nuseirat, aunque aquí el amanecer no trae alivio, sino el mismo vértigo de siempre. El agua vuelve a faltar, y los últimos granos de cereal se extinguieron hace jornadas. En … Leer más