Hoy es 5 de noviembre y en 1807, en el Escorial, se mascaba la posible tragedia de una conspiración fallida, encabezada por un hombre «acomplejado, misógino y egoísta». Pero que ante un padre condescendiente y con sentimiento, perdono esa traición manifiesta y humillante de su propio hijo. Eso supuso paradójicamente que el hijo saliese fortalecido y los desprestigiados a la luz fueran los demás.
Se trata ni más ni menos de un hijo que había traicionado a su padre, sin ningún escrúpulo, ni miramientos más que a su propio ombligo. —! Porque era mejor, que no se mirase otras cosas...!
El entonces Príncipe de Asturias, Fernando de Borbón, planificando el derrocamiento del monarca y de su mano derecha Manuel Godoy y poner bajo control a la reina María Luisa de Parma,( incluso se sospechó que intento envenenarla). Se celebró un juicio y allí puso de manifiesto su cobardía, confesando a la primera de cambio y delatando a sus cómplices.
Así se convirtió en el Rey Fernando VII, conocido con el sobrenombre de: «Deseado o Rey Felón».
—! Pobres Reinas, aquellas cuatro infelices que corrieron el infortunio de ser casadas con este absolutista y poco agraciado hombre!
«—La primera fue: María Antonia de Nápoles, que sentía verdadera repulsa hacia él y murió de tuberculosis.— La segunda: María Isabel de Braganza, Infanta de Portugal y fundadora del Museo del Prado, a la que engañaba y ofendía con sus contantes escapadas nocturnas por Madrid. La mataron en avanzado estado de gestación, creyendo que estaba muerta por un desmayo.— La tercera: María Josefa Amalia de Sajonia, educada en un convento, con solo 15 años, fue obligada a casarse y la Santa Sede le obligo a mantener relaciones sexuales con él, acabo falleciendo prematuramente de fiebres y —la cuarta: María Cristina Dos Sicilias, que era su propia sobrina. Tuvo que inventar una almohada perforada, para poner entre ellos. De su unión nació, por fin, descendencia, pero fueron para su pesar mujeres. No le quedó más remedio, por las presiones cercanas, poco antes de su muerte, que promulgar la Pragmática Sanción en 1830, que derogaba el reglamento de sucesión de 1713 de Felipe V, y restablecía de ese modo el sistema de sucesión tradicional de las siete partidas de Alfonso X de Castilla, según el cual las mujeres podían llegar a reinar si no tenían hermanos varones y como consecuencia se declararon las Guerras Carlistas».
! Paradójica siempre la historia pasada, llena de personas sin valores que ocupan el poder y son servidos por sus vasallos…!
Un claro ejemplo de cómo la ambición y la política de poder pueden enturbiar las relaciones más sagradas, como la de padre e hijo.
Un personaje complejo y controvertido, marcado por acusaciones de misógino y egoísta, y cuyos actos de traición no solo no lo debilitaron, sino que, paradójicamente, lo fortalecieron.
Las desventuradas reinas que compartieron su vida aportan un matiz personal a su gobierno, marcado por desdichas y tragedias, mostrando el lado más humano y oscuro de la monarquía.
La historia de cada reina, sus desdichas y la manera en que Fernando VII trató a estas mujeres, revela la complejidad y la crueldad de las dinámicas de poder de la época.
La historia está repleta de figuras que, carentes de valores, ascienden al poder y son sostenidas por sus seguidores, un recordatorio de que los ecos del pasado siguen resonando en el presente.
Muy interesante estudio y compresión de mí post. Gracias