El día de hoy está marcado en el calendario desde 1948, como el aniversario de la entrada en vigor en 1945 de la Carta de las Naciones Unidas.
Con la ratificación del documento fundacional, por parte de la mayoría de sus firmantes, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, vieron la luz como organización mundial oficialmente.
Se trata de una organización, que nació como un rayo de esperanza, surgida tras la Segunda Guerra Mundial. Intentando hacer realidad valores como la: «Paz, el desarrollo, los derechos humanos con dignidad y respeto, así como las oportunidades para todas las personas, poniendo fin al sufrimiento causado por la pobreza, las desigualdades, el hambre, el rechazo y la discriminación por odio basándose en motivos de raza, religión o género».
Como dice la carta de las Naciones: «Nosotros, los pueblos, somos la base y el corazón de la ONU».
Buscando lograr un mundo mejor para todas las personas, este año, el aniversario está cargado de nostalgia y tristeza por la situación en el territorio Palestino ocupado e Israel.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha expresado su grave preocupación por la actual escalada del conflicto y apela a la necesidad de evitar que la violencia se extienda en la región.
El número de muertos en Gaza supera ya los 5.000 y no se vislumbra, de momento en el horizonte, un alto el fuego. Hay más de 1.000 desaparecidos, muchos de ellos, se presume, que yacen entre los escombros, otros aún intentan aferrarse a un hilo de vida. Las mujeres y niños constituyen más del 62% de las víctimas inocentes.
La solidaridad es el único camino para poder seguir adelante y algún día volver a ver las sonrisas de los niños iluminando el sol, con la emoción de transformar el mundo en un lugar lleno de entendimiento y respeto.